En este Volumen 4.1. 1ª Fase del proceso de Ato Rendimiento en Fútbol –ARF-: “SABER LO QUE HAY QUE HACER”:

  • Corregiremos, mejoraremos y/o potenciaremos los aspectos que hayan quedado pendientes en cada jugador al finalizar el proceso formativo.
  • Adaptaremos a los jugadores al ámbito del rendimiento.
  • Desarrollaremos el carácter y/o el ritmo adecuado para la competición.
  • Determinaremos las características de cada jugador para alcanzar su especialización en una determinada demarcación.

 Para ello el equipo técnico diseñará y establecerá en la programación, para su desarrollo en los entrenamientos y la competición, los siguientes protocolos:

  • Los Fundamentos Universales Previos.
  • Los Movimientos del Sistema.
  • La “Hoja de Ruta” específica para cada demarcación.
  • Las Formas de Juego básicas para el equipo en ataque y en defensa.
  • Los objetivos relativos a las áreas de especialización.

 Consideramos el Alto Rendimiento como aquel proceso que permite capacitar y preparar al jugador a medio y largo plazo, para desarrollar su actividad en el juego del fútbol (tanto a nivel individual como colectivo) en un proceso de Máximo Rendimiento:

  • Adquisición de los factores de eficacia y eficiencia para una manifestación óptima de su juego.

Es en consecuencia, el paso necesario a seguir entre el proceso de “Formación” y la participación en el “Máximo Rendimiento”.

 En el Proceso de ARF se contempla (lógicamente con una limitación de tiempo) la posible incorporación en el transcurso de las cinco fases, de los distintos aspectos y niveles establecidos para el entrenamiento (además de los propios de este proceso) que serán necesarios para que el jugador:

  • Recupere.
  • Actualice.
  • Optimice su juego.
  • Consiga un alto nivel de eficacia y eficiencia.

Consideramos que la mayoría de entidades que poseen un fútbol base correctamente estructurado, reúnen las características para desarrollar un proceso de este tipo. Evidentemente a mayores medios y más capacidad de selección de talentos probablemente -si el programa de trabajo es el adecuado- obtendrán mayores resultados. Sin embargo, como sabemos, en la mayoría de los casos la cantidad no es siempre sinónimo de calidad.