Concepto desarrollado en el apartado “Necesidad de la existencia de los Fundamentos del Juego Colectivo”.

FACTORES que IMPIDEN la TOMA de DECISIONES CORRECTA (causantes de la mayor parte de los errores que se cometen en el Juego Asociativo).

Observamos que el fútbol sigue sufriendo un proceso en el cual las interacciones propias del juego se ven cada vez más afectadas por la creciente presencia de varios factores trascendentales:

  • Nivel de presión a la que nos somete el adversario.
  • Falta de espacios en determinadas situaciones de juego.
  • El poco tiempo que tiene el jugador para tomar la mejor decisión (entre todas las opciones posibles) de forma coordinada con el resto de compañeros.
  • El estrés propio de la competición, muchas veces aumentado por la importancia de un resultado, por la responsabilidad, etc.
  • Situaciones de juego altamente complejas debido a la participación directa de múltiples variables (balón, compañeros, adversarios, etc.) que modifican su incidencia de forma extremadamente rápida (alteración brusca y continuada de los factores espacio/tiempo/oportunidad de la situación de juego).
  • Esto provoca que una decisión correcta pueda dejar de serlo en un espacio breve de tiempo (2-3 segundos).
  • Hábitos de juego incorrecto adquiridos durante los entrenamientos mediante situaciones de efectivos reducidos en los que en el espacio de una demarcación (en la que solo deberíamos tener a un jugador) evolucionan entre 6 y 8 jugadores (entre atacantes y defensas).
  • Existencia de múltiples respuestas posibles en cada situación de juego.

Todo ello impide que nuestro jugador, por mucho talento que tenga, pueda decidir correctamente, de manera habitual y coordinada con el resto de sus compañeros, cuales son las opciones más adecuadas.*

 Ésta es la causa de que en un partido de alto nivel, de las aproximadamente 100 unidades de competición que se manifiestan durante los 90 minutos, sólo se consiga el objetivo previsto (finalizar) en un 10 % como mucho.

 En la actualidad, se intenta reducir los errores en la toma de decisiones de las siguientes formas.

  1. Mediante entrenamientos basados en situaciones de efectivos reducidos.
    • Veremos que éstas no solo no solucionan el problema, sino que lo agravan notablemente
  2. Mediante entrenamientos basados en automatismos.
    • Tampoco son eficaces puesto que, además de anular el talento:
      1. Difícilmente “salen” durante la competición.
      2. Son previsibles por el rival.
  3. Encomendarse al talento individual de los jugadores.
    • Aún en el caso de disponer de grandes jugadores, la extrema complejidad del 11:11 hace que se siga manifestando un elevado número de pérdidas de balón causadas por decisiones erróneas (70-80 %).

Dada esta imposibilidad, debemos encontrar nuevas propuestas de aprendizaje que permitan:

  • Respetar los aspectos que caracterizan la especificidad del fútbol. Por este motivo debemos basarnos en el entrenamiento en la utilización de situaciones de juego real. 
  • Evitar la extrema complejidad que aparece cuando se respeta dicha especificidad.

Para ello la única solución es reducir la cantidad de elementos a analizar, hecho que nos permitirá disminuir el nombre de posibles decisiones a tomar con sus consiguientes acciones a realizar.

Para lograrlo, partimos de la idea que, para cada situación de juego, hay unas consignas que nos permiten solucionarla. Por lo tanto, debemos disponer de un listado cerrado de situaciones de juego. 

Para disponer de dicho listado debíamos:

  • Tener en cuenta las múltiples combinaciones posibles de factores que componen una situación de juego:
    1. Espacio.
    2. Demarcación.
    3. Tiempo.
    4. Concepto de oportunidad.
    5. Presencia de compañeros y adversarios.
    6. Ubicación y procedencia del balón.
    7. Propuestas ofensivas y defensivas que presenta el rival.
  • Determinar los aspectos concretos que se manifiestan en cada situación de juego (reconocer la situación de juego).
  • Concretar las acciones (consignas) que nos permiten resolver cada situación de juego.
  • Comprobar que, una vez resueltas estas consignas, se asegura el desarrollo de un alto nivel de juego en cualquier situación de competición.