Las Formas Didácticas especificas para el entrenamiento del Juego Colectivo.

CHARLA TEÓRICA (CHT)

Consiste en la exposición verbal con/sin medios audiovisuales, para dar a conocer a los jugadores por parte del entrenador, cualquier información que se considere importante para el entrenamiento y/o la competición.
  • Debemos acostumbrar a los jugadores (desde las etapas iniciales de Formación) a las “charlas” en vestuario antes del entrenamiento, de modo que se facilite la comprensión de las explicaciones “de pizarra” (símbolos, movimientos, vídeos, ...) y la transferencia adecuada a la actividad de campo.
  • Las explicaciones deben ser sobre un único tema, utilizando formas de expresión adecuadas a la edad y capacidad de comprensión de los jugadores.
  • Es recomendable utilizar medios audiovisuales, fichas de trabajo, ejemplos prácticos u otros medios que aumenten la participación y la compresión de los jugadores.
  • Se debe permitir la participación de los jugadores en la charla, que debe ser:
    • Breve.
    • Precisa.
    • Clara.
    • Concisa.
  • Utilizaremos las charlas para:
    • Exponer los objetivos, formas, etc. del entrenamiento.
    • Preparar la competición.
    • Desarrollo de la competición

 EL ENTRENADOR ANTE LOS JUGADORES.

La comunicación.

  • Saber hacer llegar el mensaje. Hablar alto y claro del objetivo que se quiere comunicar.
  • Brevedad en la información.
  • Precisión.
  • Evitar la reiteración.
  • Adecuación temporal (cuando dar la información).
  • Colocarse adecuadamente para que el mensaje llegue correctamente.
  • Explicar enseñando aquello que queremos que se aprenda.
  • Pocos conceptos, básicos.
  • Feedback
  • Hay que hablar con todos los jugadores individualmente, pero sobretodo con los líderes (capitanes).
  • No imponer, sino hacer reflexionar y buscar el consenso.

En el volumen -2.2- “las áreas de Especialización”, se profundiza en los contenidos y formas de las Charlas de partido (antes, durante, en el descanso y después del partido).

EN LA COMPETICIÓN.

Charla e información antes del partido.

Ya en la preparación del partido durante la semana habremos establecido lo esencial para preparar la competición:

  • Información relativa al equipo contrario.
  • Información acerca de nuestros objetivos para este partido.
  • Información de las variantes que vamos a introducir en nuestro juego.
  • Exposición final del juego ofensivo y defensivo que se va a realizar, ha si como de las modificaciones en el sistema, estilo, estrategias, etc. y como con todo ello lograremos superar al contrario.
  • Desarrollaremos también una información individual:
    • A los jugadores que salen de la alineación.
    • A los que entran especialmente en esta alineación.
  • Los objetivos de estas charlas individuales serán:
    • Psicológicos: (motivación tanto a los jugadores que entran como a los que sale, exponiendo, por ejemplo, la aportación que realizará cada jugador…).
    • Técnicos - tácticos: (necesidades del juego individual).
    • Colectivos: Necesidades y características ofensivas y defensivas para ajustarnos y poder superar al contrario de forma que consigamos la máxima eficacia de nuestro juego.
    • Dar información específica sobre las características del contrario que deberá superar o evitar que lo supere.

 En el vestuario antes del partido

Cada entrenador utilizará las formas que considere más efectivas

  • para conseguir:
    • La concentración necesaria para que cada jugador aporte el máximo nivel de sus capacidades.
    • La motivación y activación adecuada (nivel óptimo –ni excesivo ni insuficiente-).
    • Que el jugador tenga presente cuáles son sus objetivos y sus posibilidades de éxito (recordatorio final).
    • Una total confianza del equipo en sus posibilidades para conseguir superar al contrario y obtener la victoria.
  • Debemos determinar cuándo damos la alineación, la idiosincrasia del equipo , los objetivos que tengamos en cada partido y el nivel emocional que pretendamos nos orientarán para darla:
    • Antes del partido.
    • En la última sesión de entrenamiento.
  • Podemos exponer información visual (por ejemplo colgando hojas…), con:
    • Información
    • Frases que comprometan al grupo y al trabajo colectivo
  • Los videos o actividades para motivar previos al partido son importantes, pero debemos escoger los más adecuados en cada momento y situación. Tendremos en cuenta:
    • No deben superar los 8-10, el tiempo correcto será sobre los 3’.
    • En ocasiones es mejor no provocar un extra de motivación, por ejemplo en partidos donde los jugadores ya están sobre motivados por las características del contrario u otras circunstancias.

 Comunicación durante el partido.

Las orientaciones que demos durante el partido son realmente importantes, tanto por lo que se dice, como por cómo se dice. La dificultad que implica este objetivo nos obliga a que las orientaciones que demos resulten:

  • De ayuda al equipo para rectificar situaciones o aspectos negativos.
  • Comprendidas correctamente por el jugador.
  • Coherentes y aplicables.
  • Motivantes para el equipo.

 La personalidad del entrenador y la del propio equipo determinarán las formas más adecuadas de estas orientaciones, debemos tener en cuenta:

  • Es mejor no decir nada que decir obviedades (comentarios sin contenido ni información que pueda servir al jugador).
  • No recriminar aspectos mal ejecutados ya realizados (por ejemplo: una acción técnica, ya no se pueden corregir, esperar en el entrenamiento).
  • No chillar de forma nerviosa y con aspavientos, sino lo suficiente para que nos oigan, con seguridad, firmeza y absoluta confianza en lo que se propone.
  • Evitar comentarios negativos o positivos de algún jugador del campo, hacia los jugadores del banquillo.
  • Evitar la rectificación constante hacia el mismo jugador.
  • Evitar recriminaciones en relación a aspectos que deberían mejorarse en el entrenamiento.
  • Evitar las correcciones hacia el jugador que está participando directamente en el juego –en situación técnico táctica- (anticiparnos en corregir antes de su participación directa).
  • Cuando algo “sale” mal, apoyar motivar y estimular. Cuando todo sale bien exigir y exigir.
  • No rectificar aspectos genéricos, globales o indefinidos. Ordenar u orientar de forma clara únicamente sobre un aspecto concreto.
  • No justificarse nunca en un error del árbitro.

 En partidos de alto nivel, el ruido del ambiente impedirá en muchas ocasiones, que nuestra orientaciones lleguen claras al jugador que informemos, es interesante concretar en estos casos, que sea el jugador “líder”, uno de los capitanes o el jugador que por su demarcación se encuentre más cerca del banquillo, al que le demos la información, y que él la trasmita al interesado.

En el descanso.

Los 15 minutos de descanso debemos utilizarlos para:

  • La disminución del nivel de fatiga de los jugadores.
  • Renovar o mantener el nivel de motivación, activación y concentración de los jugadores.
  • Realizar las orientaciones necesarias en relación a lo que ha sucedido en la primera parte, incluidos, si fuera necesario nuevos planteamientos en el juego y/o cambios en la alineación (a realizar en este momento o prepararlos para cuando se crea oportuno durante la segunda parte).
  • La carga psicológica que implican estas orientaciones determinan la importancia de expresarse en términos positivos y de refuerzo por esta vía; la crítica sistemática, que en otras situaciones puede ser eficaz, en este caso es contraproducente.
  • Si un jugador mantiene una actitud incorrecta y no se consigue su rectificación durante la primera parte, ni con estímulos positivos, ni con el análisis razonado de lo que está ocurriendo en el campo, durante el descanso quizá sea más efectivo realizar un cambio que “desgañitarse” en la crítica hacia él.
  • Las rectificaciones serán más efectivas si se realizan de forma individual, trabajando con el grupo los aspectos de motivación colectiva.
  • El entrenador debe mostrarse con el jugador enérgico y accesible a la vez, dando seguridad y confianza. Esto permitirá mantener una imagen de dominio de la situación, ocurra lo que ocurra en el partido, por lo que se debe hablar lo justo, ya que es tan negativo “inhibirse” de lo que ocurre, como estar constantemente hablando sin concretar ni ajustarse a lo verdaderamente importante.
  • Las orientaciones deben ser: pocas, claras, precisas y concretas.
  • El entrenador deberá evitar que los jugadores se critiquen entre ellos o se exalten de manera desmesurada por una victoria momentánea. Es correcto que entre ellos se motiven y se indiquen unos a otros aspectos concretos de forma positiva durante los 5 minutos previos al inicio de la segunda parte (tras las indicaciones dadas por el entrenador).
  • Creemos que es importante que en el descanso estén en el interior del vestuario todos los jugadores convocaos, incluso los que deben salir en la segunda parte (realizando el calentamiento tras el descanso y ser cambiados a continuación –si es posible-), ya que de esta forma:
    • Todos los jugadores están involucrados y se sienten parte del equipo.
    • Conocen la información dada.
    • Ayudan a serenar el ambiente en el caso de resultados negativos (ya que han vivido en encuentro desde otra perspectiva).
    • No se sienten al margen de lo que ocurre (tanto si es negativo –perdemos- como si es positivo –ganamos-).

Post partido.

  • Evitaremos, sea cual sea el resultado final, la realización de comentarios o actitudes fuera de lugar:
    • Si se ha ganado, actitudes exaltadas de forma desmesurada.
    • Si se ha perdido, críticas y comentarios despectivos (hacia el equipo, compañeros, árbitro, etc.
    • Hemos de tener en cuenta que el resultado es consecuencia del trabajo realizado en los entrenamientos.
    • Las rectificaciones y análisis no deben darse después del partido (en caliente), sino que deben haberse realizado antes del partido. Si el problema se debe a circunstancias específicas del encuentro es conveniente analizarlas con mayor objetividad en el primer entrenamiento.
    • Si el resultado ha sido positivo, siempre debe ser “insuficiente”, aceptando la lógica alegría de los jugadores, pero aprovechando el momento para hacerles conscientes de que solo se trata de un paso más hacia nuestros objetivos y de que esta actitud tan solo se justifica por el trabajo bien hecho.
    • Una forma adecuada para lograr estos aspectos sería estableciendo una “rutina” hasta la salida del vestuario, que deberá seguirse siempre bajo cualquier circunstancia.
    • Nunca realizaremos comentarios en relación al árbitro ni los contrarios, ni consentiremos que otros los hagan.
  • Si tenemos que dar una rueda de prensa, debemos reflexionar antes de la presentación, relajarnos y analizar los aspectos que debemos exponer y las respuestas ante posibles preguntas comprometidas, no salir en caliente.
  • El entrenador debe procurar evitar comentarios y correcciones fuera del partido, entrenamiento o vestuario a personas no vinculadas directamente con el grupo

 ASPECTOS A CONSIDERAR RELACIONADOS CON LA COMUNICACIÓN

*Los contenidos expuestos en el siguiente apartado han sido recogidos del volumen 4.3 que a su vez se refieren a diferentes notas y módulos del MASTER EN ALTO RENDIMIENTO, impartido por la Universidad Autónoma de Madrid”, y el Centro Olímpico de Estudios Superioresdel “Comité Olímpico Español” (Madrid 1998).

El entrenador como director de deportistas de equipo (profesor: D. Fernando Sánchez Bañuelos).

La comunicación interpersonal en el ámbito del entrenamiento deportivo:

(…) Sin comunicación no puede hablarse de acción o incidencia sobre otra persona, esto es obvio, lo que no resulta tan obvio es establecer las formas correctas de proceder, las directrices para una comunicación Entrenador – Grupo deportivo – Deportista a los niveles de máxima eficiencia (…)

(…) para que la comunicación entrenador – deportista se realice con posibilidades básicas de eficiencia tiene que cumplirse la premisa de que ambas partes hayan establecido bien de manera explícita o tácita un pacto que puede concretarse en los siguientes términos:

  • “Yo (el entrenador) tengo una información que puede serte útil, si me prestas atención y sigues mis indicaciones podrás llegar a servirte de ella en tu beneficio”.
  • “Yo (deportista) se que tú (entrenador) tienes una información que necesito, y estoy dispuesto a prestarte atención y seguir tus indicaciones” (…)

El “factor asimilación – retención” en la comunicación entrenador – deportista:

 El problema de la efectividad en la comunicación:

(…)La información que el entrenador va a comunicar al deportista por medio de los denominados “mensajes”, tendrá que ajustarse a una serie de características fundamentales (…) que pueden ser sintetizadas según los siguientes apartados:

  • La información ha de ser objetiva, es decir, verdadera y carente de errores de tipo descriptivo o conceptual (nivel correcto de significación del mensaje).
  • La cantidad de información del contenido en un mensaje docente ha de ser suficiente. Se puede decir en general que, tan contraproducente puede resultar una sobredosis de información, imposible de ser retenida o asimilada por el deportista, como una insuficiencia de los datos, que no proporcione al jugador los mínimos elementos para que pueda actuar a los niveles previstos (nivel correcto de eficiencia en el mensaje respecto a los factores de retención y asimilación).
  • La información debe estar organizada, es decir, estructurada de forma que cada uno de los componentes del mensaje docente se encuentre destacado según una escala de valores. Los aspectos más importantes deberán ser expresados de forma preeminente y con el debido énfasis, los aspectos de carácter secundario deben ser presentados en un lógico segundo término y ocasionalmente omitidos, en función de concentrar la atención del deportista sobre aquellos puntos que en un momento determinado nos interese destacar (nivel correcto de eficiencia del mensaje respecto a las posibilidades de una adecuada interpretación).
  • La forma de expresión o lenguaje que utilicemos para dar la información tiene que ajustarse a un nivel de adecuación, es decir, el mensaje docente tiene que encontrarse adaptado a la capacidad y nivel de comprensión del tipo de deportista a que nos enfrentamos (nivel correcto de expresión del mensaje).

 Intención con que se da el feedback suplementario:

Harrington también investigó este punto (…) la intención al dar el entrenador al deportista una información sobre su actuación puede agruparse en las siguientes categorías:

  • Cuando el entrenador describe de una forma u otra bien sea de manera global o analítica la ejecución del deportista.
  • Cuando el entrenador emite un juicio de valor ya sea de carácter cualitativo (bien, muy bien, regular, etc.) o de carácter cuantitativo (5, 6, etc. como por ejemplo el que dan los jueces en gimnasia deportiva).
  • Cuando el entrenador evalúa comparativamente la ejecución última con otras anteriores, emitiendo juicios como mejor, igual, etc.
  • Cuando el entrenador proporciona una breve explicación de tipo causa-efecto acerca de algún aspecto de la ejecución.
  • Cuando el entrenador da al deportista una serie de indicaciones directas de qué es lo que tiene que intentar hacer a partir de ese momento para superar las insuficiencias o incorrecciones que se hayan detectado en la ejecución. Es llegado este punto, cuándo el entrenador usa este recurso, puede variar la estrategia en la práctica (de global a analítico) y “prescribir” un “tratamiento” en forma de “ejercicios de asimilación” o de “aplicación”.
  • Cuando el entrenador muestra al deportista de una forma u otra su aprobación o desaprobación por el resultado de su actuación, apoyando y animando al mismo en su conducta (refuerzo positivo) o recriminando algún aspecto de ella (refuerzo negativo) (...)

(…) Es lógico considerar que el “feedback suplementario” no puede estar basado solamente en un tipo de intención (…) Las categorías “explicativa” y “prescriptiva” parecen ser, desde el punto de vista teórico, las más eficientes (…) aunque sean, quizá por ser más exigentes en su planeamiento, las menos utilizadas.

 EJEMPLO DE SIMBOLOGÍA para la PIZARRA