Partimos de la idea básica de que el fútbol, es un deporte colectivo (de carácter abierto) y como tal el entrenamiento y la consecución de los objetivos de mejora, en consecuencia, deben realizarse desde esta perspectiva grupal.

La cantidad de trabajo a realizar, la especificidad del mismo, la complejidad y la propia necesidad de conseguir en un periodo muy corto de tiempo unos determinados resultados (tanto en la competición de máximo rendimiento come en el propio proceso formativo), no permiten al entrenador y/o equipo técnico desarrollar un trabajo lo suficientemente individualizado y proporcional a las características y necesidades de cada jugador.

Es cierto sin embargo que cada jugador es en sí mismo un atleta con distintas características, virtudes y necesidades que muchas veces no se logran desarrollar y/o mejorar con el entreno grupal, la falta de tiempo por un lado, la complejidad de una plantilla de entre 20-25 jugadores y la prioridad que se establece en conseguir la victoria en la competición, no permiten un trabajo específico y diferenciado para cada jugador.

A partir de esta situación y valorando la necesidad de que cada atleta pueda mejorar su nivel de eficacia y sobre todo la manifestación de un correcto nivel de eficiencia en la competición, entendemos que se hace imprescindible la "formación" individualiza a cada jugador fuera del contexto del entrenamiento con el "equipo". Siempre, obviamente, sin incidir en la actividad, objetivos y formas establecidas en el grupo.

Se trata por lo tanto, de realizar un trabajo paralelo, perfectamente coordinado con el que realiza el jugador con su equipo, con el propósito de corregir, mejorar y/o potenciar su actividad en la competición, relacionando esta actividad con sus características y la especialización encomendada dentro del equipo.

Esta "formación" la contemplamos a partir de que el jugador ya se encuentra en el proceso de alto o máximo rendimiento, e involucrado en la actividad propia de un equipo en competición.

 

TUTORIA INDIVIDUALIZADA PARA UN JUGADOR

*(Para extenderse y profundizar en este tema se puede consultar el volumen de la colección: 4.3)

OBJETIVOS GENERALES

La esencia de los objetivos a conseguir será: Aplicación y desarrollo correcto de la actividad durante la competición, la conseguiremos basándonos en tres grandes aspectos:

  • Trabajo de seguimiento y realización de una tutoría para cada jugador de forma individualizada y específica, en relación a su participación en el juego colectivo de “su” equipo.
  • Adaptación y optimización del juego del jugador a las necesi­dades colectivas e individuales propuestas en su equipo.
  • Corrección y perfeccionamiento de las áreas de apoyo para conseguir una respuesta óptima en el desarrollo de su juego:
    • Área técnica.
    • Área táctica.
    • Área física.
    • Área médica.
    • Área psicológica.

El equipo técnico

  • Los responsables del proceso deben, en esta actividad:
  • Conocer de forma exhaustiva al jugador. Determinar cuáles son los aspectos:
    • De talento que posee.
    • A potenciar -que resultan necesarios para su demarcación-.
    • Que no domina y que provocan un bajo porcentaje de efi­cacia en su juego y que pueden y deben eliminar.
  • Analizar las circunstancias y características del equipo de máxi­mo rendimiento en el que va a participa y cómo pueden afectar a su juego.
  • Conocer y controlar las circunstancias que rodean la vida del jugador en diferentes ámbitos:
    • Social.
    • Emocional.
    • Familiar.
    • Personal
    • ...
  • Controlar los aspectos dietéticos y médicos.
  • Analizar con el jugador los aspectos destacados manifestados durante la competición (importancia del apoyo audio-visual).
  • Determinar cuáles son los aspectos que deberá perfeccionar y adecuar en el ámbito de las acciones técnico-tácticas en cada una de las situaciones de juego en las que participará, en relación a:
    • Las formas de juego del equipo.
    • Su demarcación.
    • El estilo de juego.
    • El sistema de juego.
    • Su participación en las estrategias.
  • Planificar, programar y desarrollar el entrenamiento especí­fico e individualizado (ajeno y compatible al que realiza con el equipo), de forma que aumente su nivel de eficiencia en la competición.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Entrenamiento individualizado para aumentar el nivel de eficiencia del jugador

En principio no debería existir en este proceso un trabajo diferenciado técnico o táctico puro, ya que el jugador al llegar a esta fase debe haber conseguido los niveles adecuados.

Por esta razón el trabajo a realizar se debe determinar en relación a la búsqueda de la máxima eficiencia en la competición y no en la eje­cución de los diferentes tipos de acciones que el futbolista puede realizar durante el juego.

Para definir el trabajo a realizar, deberemos analizar y valorar en cada jugador las características específicas que tiene su actividad den­tro de la competición, teniendo en cuenta:

  • Sus características individuales (velocidad, nivel técnico, capa­cidad defensiva...).
  • Las formas de juego del equipo.
  • Los objetivos básicos de su demarcación.
  • Su capacidad para contrarrestar y/o superar a su rival directo.

Aspectos a corregir, eliminar o potenciar del jugador

Se trata de determinar cuáles son los aspectos o acciones que se han de:

  • Corregir, hasta obtener un máximo nivel en la ejecución de las acciones propias de su demarcación y necesarias para su juego.
  • Eliminar, las acciones en las que no se manifieste un alto nivel de eficiencia y no sean absolutamente necesarias para su juego, ofreciendo en el caso de que se considere necesario un recurso alternativo.
  • Potenciar los aspectos o acciones talentosos que posea el jugador habitualmente coinciden con los propios de su demarcación).

La sesión de entrenamiento se desarrollará con objetivos total­mente individuales para cada jugador, incidiendo en alguno de los as­pectos técnicos, tácticos, colectivos, físicos o psicológicos que se hayan establecido en su programa de mejora individual.

Valoración del rendimiento en competición, para deter­minar las correcciones o mejoras a realizar, desarrollándolas en tres niveles:

  • Primer nivel: Analizar y valorar los aspectos / acciones propias de la demarcación del jugador en las que se manifiesta un bajo nivel de eficiencia, en las distintas situaciones de juego en ata­que y/o en defensa de cada Unidad de Competición:
    • Debemos considerar que si existen varias deficiencias, pro­bablemente se trate de un jugador que no está capacitado para afrontar la última fase del proceso en esta categoría.
    • Planificar, programar y desarrollar el trabajo individual para la corrección de los aspectos negativos detectados, actividad que puede durar toda la temporada.
    • Si se consiguen los objetivos antes de que finalice la tempo­rada, entraremos en el siguiente nivel.
  • Segundo nivel: Analizar y valorar los aspectos / acciones con un bajo nivel de eficiencia, en las distintas situaciones de juego en ataque y/o en defensa de cada Unidad de Competición, que no son propias ni necesarias en la demarcación donde partici­pa el jugador:
    • Esta valoración se realiza para, en primer lugar, eliminándolas­ del repertorio habitual del jugador (prohibición de que se ejecuten, realizando acciones que domine y que le permitan sustituir la acción deficiente). Esta eliminación comportará de manera inmediata y simple un aumento del nivel de eficiencia del jugador.
  • No deberemos pasar al siguiente nivel hasta que no se ha­yan conseguido los objetivos previstos para este segundo.
  • Tercer nivel: analizar y valorar los aspectos / acciones de talento que presenta el jugador y que no son propias de su demarca­ción/zona de juego:
    • Se trata de conseguir que durante la competición el jugador pueda manifestarlas. Este aspecto será de difícil realización si nuestro equipo técnico no es el responsable del equipo en el que compite(n) el(los) jugador(es).

Proceso de Análisis

Este proceso es el que nos permitirá determinar los aspectos que deben contemplarse en la programación individual de cada jugador.

El proceso se basa en el análisis realizado por el tutor que permite determinar, programar y mejorar el aspecto de ejecución (físico, técnico, táctico o psicológico) o de la toma de decisiones (acciones colectivas) que provocan el error.

En el caso de la ejecución.

El entrenador debe desglosar la acción individual técnica, táctica o física, en los aspectos que la componen: • físico, • técnico, • táctico, • colectivo y • psicológico.

“...Una vez detectada la causa, podemos realizar la mejora me­diante:

  • Exposición verbal sobre el terreno de juego.
  • Demostración práctica y/o con movimientos ralentizados.
  • La utilización de medios audiovisuales.
  • El diseño y/o la utilización de una forma didáctica eficaz, en relación con el objetivo.

En el caso de la toma de decisiones:

Se deberá determinar la Consigna del Fundamento Universal que no se ha manifestado correctamente y corregirla y/o mejorarla, una vez se ha determinado la causa que lo provoque:

  • No tiene clara la respuesta (consigna).
  • No reacciona adecuadamente ante una situación real de jue­go (estrés competitivo, no está convencido de que sea la res­puesta adecuada…).
  • No la realiza correctamente (en el momento oportuno, cambio de ritmo adecuado, no “oscurece” previamente…).
  • Tarda en realizar la acción, en reaccionar en la situación de juego…
  • Falta de competitividad en relación al tipo de oposición…

Aspectos del análisis a desarrollar en el jugador

Seguimiento durante todo el partido de forma específica e indivi­dualizada del jugador (aunque las imágenes deben ofrecernos siempre a todo el equipo y a toda la oposición), este seguimiento personalizado podrá proporcionarnos los siguientes datos:

  • Su eficiencia cuando está en posesión del balón -situación téc­nica- (factores de rendimiento).
  • El nivel de eficiencia cuando no está en posesión del balón, pero relacionado directamente con él (situación táctica 1:1, 2:1 y 1:2) en ataque y/o en defensa -factores de rendimiento- en las acciones/situaciones tácticas.
  • Desarrollo correcto y eficaz de las Acciones Colectivas (Funda­mentos Universales) en relación a cada una de las Situaciones de Juego que se manifiesten durante el partido:
    • en ataque y/o en defensa,
    • esté o no, él o su contrario, en la orientación del juego,
    • libre de marca o con un marcaje directo.
  • Desarrollo correcto de las actividades previstas y su nivel de efi­ciencia en las Situaciones Colectivas en ataque y en defensa (Formas defensivas en cada sub-fase defensiva, Movimientos del Sistema de Juego, etc.), en relación a la forma de juego planteada por el entrenador.
  • Desarrollo correcto de las actividades previstas y su nivel de efi­ciencia en las acciones de estrategia en ataque y en defensa (acciones a balón parado, transiciones, estilo de juego directo, el fuera de juego...), en relación a lo planteado por el entrenador.
  • La capacidad de superar / contrarrestar a su contrario en el juego ofensivo y/o defensivo, en relación a las actividades pre­vistas y planteadas por el entrenador.
  • Manifestación óptima en el desarrollo del juego de los aspectos que condicionan su nivel de eficiencia en el desarrollo de su juego, manifestados y/o vinculados con:
    • Las capacidades físicas.
    • Las actitudes psicológicas.
    • Los aspectos médicos.

EL MICRO-CICLO SEMANAL Y LA SESIÓN

Los responsables técnicos al no realizar su actividad con el equipo y vinculándolo con un trabajo específico e individualizado con el(los) jugador(es) que se haya determinado, no organizará su tarea basándose en lo establecido dentro de un micro-ciclo habitual.

Durante el periodo de pretemporada, el equipo técnico deberá, como ya se ha comentado, realizar un estudio profundo de los aspectos y características del equipo en el que participará el jugador:

  • El sistema de juego y sus variantes.
  • El estilo de juego básico y sus variantes.
  • Los movimientos previstos para el jugador en su participación ofensiva.
  • La demarcación prevista en la que desarrollará su juego.
  • Las formas defensivas que deberá utilizar.
  • Las características de la competición en las que el equipo par­ticipará.
  • El calendario de entrenos y actividades previstas para el equipo.

En la medida de lo posible el jugador (si no se puede obtener in­formación directa del entrenador), informará al equipo técnico de las circunstancias que concurren en la actividad y de los objetivos que se definan en el desarrollo del entrenamiento y la competición.

El desarrollo de la actividad en cada micro-ciclo, se fundamenta­rá en consecuencia, en relación a los siguientes objetivos:

  • Establecer con el jugador la planificación de la temporada en relación a:
    • Calendario de entrenamientos y competición con el equipo.
    • Calendario de entrenamientos con el grupo de Tutoría.
    • Calendario de las actividades diarias del micro-ciclo (las se­siones).
    • Aspectos a considerar para que el trabajo a desarrollar en el proceso no incida negativamente en el trabajo y objetivos desarrollados y previstos con el equipo.
    • Establecer, desarrollar y diferenciar de forma muy concreta, los aspectos y las formas para mejorar y trabajar dentro del proceso, relacionándolos y diferenciándolos de:
      • La mejora específica para el crecimiento individual y per­sonal del jugador.
      • La mejora relacionada con la actividad a desarrollar den­tro del equipo (sin interferir en los planteamientos y/o en los objetivos establecidos por el entrenador).
    • Filmación y análisis visual del jugador durante el partido semanal.
    • Filmación y análisis visual del jugador durante el/los entrena­mientos concretados durante el micro-ciclo semanal.
    • Análisis posterior en el vídeo de los aspectos manifestados en la competición y/o en los entrenamientos, que son interesantes para:
      • la mejora, consolidación y/o rectificación de los aspectos propios del jugador en relación a sus características.
      • la mejora, consolidación y/o rectificación de los aspectos manifestados incorrectos, en relación a la oposición individual y colectiva a la que se haya enfrentado y haya sido superado.
      • la mejora, consolidación y/o rectificación de los aspectos propios de las funciones establecidas para el jugador en su actividad dentro del equipo a nivel individual, de forma que mejore su nivel de eficiencia en su actividad colectiva.
    • Determinar las causas que provocan el error o los aspectos a mejorar / potenciar.
    • Diseño de las tareas a realizar para la corrección y/o mejora de los aspectos concretados.
    • Primer análisis con el jugador del programa a desarrollar:
      • Visualizar las imágenes y comentar los aspectos relevantes.
      • Proponer al jugador su parecer sobre lo analizado y concre­tar las formas y objetivos a desarrollar.
      • Establecer el programa de entrenamiento en el micro-ciclo.
    • Desarrollo de las actividades teórico-prácticas previstas:
      • Con un trabajo individual.
      • Con un trabajo colectivo (con el resto de jugadores que par­ticipan en el proceso).
    • Segundo análisis con el jugador de lo desarrollado en el entre­namiento.
    • Plantear la posibilidad de experimentar los aspectos trabaja­dos en las actividades a realizar con el equipo (entrenamiento y competición), sin que ello afecte al trabajo planteado por el entrenador.
    • Tercer análisis con el jugador para configurar la actividad a rea­lizar en el partido de competición, en relación a los plantea­mientos y orientaciones establecidas por el entrenador.
    • Filmación y análisis visual del jugador durante el partido semanal.

 

FICHA para TUTORIAS INDIVIDUALIZADAS PARA UN JUGADOR.

(TJU1) Jugador:

 

Edad y datos personales:

 

Historial deportivo:

 

Equipo actual:

 

Categoría:

 

Competición:

 

Demarcación:

 

Nivel inicial (0-10):

 

Titular habitual /minutos jugados de promedio:

 

Análisis inicial:

Propuesta de trabajos y objetivos:

Planificación y programación del trabajo a desarrollar

Las sesiones de trabajo: