Consigna 23: Jugar en Progresión / Profundidad

El jugador debe priorizar el juego del balón en profundidad (pase), o en su caso en progresión (conducción). En el supuesto que reciba el balón de espaldas a la portería contraria la prioridad será girarse. El poseedor deberá pasar el balón como objetivo prioritario cuando exista un compañero en profundidad (vertical o diagonal) en disposición de recibirlo con ventaja (si está desmarcado y se manifiesta la estructura colectiva adecuada que le permita continuar con la progresión/finalización). De no ser así el poseedor conducirá el balón en progresión si existe espacio libre, debiendo realizar la siguiente acción antes de recibir la presión del contrario (a no ser que decida realizar un regate –situación 1:1 con espacio de salida-).

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Estas "prioridades en el juego del poseedor" son las decisiones que éste debe priorizar en relación a su juego con el balón, aunque en todo momento es libre de decidir la acción que crea más conveniente en cada situación.

Una decisión correcta permitirá reducir los errores que se cometen al decidir entre pasar o progresar, aspecto que a nivel del juego colectivo reducirá el número de pérdidas del balón.

La decisión entre pasar o progresar debe ser “tomada” antes o durante la ejecución de la recepción del balón, de modo que en ningún caso, para tomar esta decisión, el jugador tenga que parar el balón.

Los compañeros del poseedor, especialmente los que están por delante, deben manifestarse y estar en clara disposición para recibir el balón (profundidad, búsqueda de la línea de pase,…), de modo que el poseedor pueda realizar el pase sin ningún tipo de duda.

Cuando hablamos de progresión incluimos en la conducción del poseedor las acciones del regate y de la pared. Cuando hablamos de pasar, nos referimos a la ejecución de:

Un pase (desde cualquier perspectiva).
Un centro o un remate cuando se encuentra en zona de finalización.

Cuando disponemos de un jugador de un alto nivel técnico (seguridad de no perder el balón en un 1:1) es interesante apurar la posesión para:

Crear mayores espacios libres para los compañeros.
Provocar de forma más definida la acción defensiva del contrario hacia la zona del balón (“fijar”), lo que permitirá un mejor aprovechamiento de los espacios libres creados.
Provocar la posibilidad de desbordar al contrario en un 1:1 con progresión hacia las zonas de finalización.
Permitir la progresión de todos los jugadores de su línea (mientras el poseedor progresa con el balón “controlado”), lo que provocará una situación más favorable que un pase directo en profundidad (mejor y más adecuada ocupación de las “Zonas de Remate” en la sub-fase de Finalización).

En cada unidad de competición en su fase ofensiva, el objetivo final es llegar a la zona de finalización con opciones de rematar, pero garantizando que durante el proceso no se perderá el balón.

El poseedor no debe tener prisa en que el balón llegue a la zona de finalización, sino que es preferible garantizar la posesión del balón, lo que provocará:

Mayor número de llegadas a dicha zona de finalización.
Mayor tiempo de posesión.
Menores riesgos defensivos.
Un mayor desgaste psicológico para el contrario, como consecuencia de “correr detrás del balón”.